lunes, 28 de noviembre de 2011

Noche sin fortuna - Andrés Caicedo.


Cae la tarde, la luna que vendrá a nosotros. Pasa de nuevo, mujer, porque me gustas. Te doy un pase para el cine club? un pase a mi corazón, te lo diría mejor así tengo una muralla de humo a mi alrededor, y nadie, nadie se equivoca con respecto a mí.

(...) Pero como va a ser decadencia si tengo un motivo tuyo entre mis cejas, entre mi árbol del pan, mi cinturón de Hermes, averiado y todo pero férreo en ti, si lo hubiera utilizado para amarrarte, para golpearte en la cara y azotarte en la espalda cada vez que me fallaras, cada vez que olvidaras darme la oportunidad de probarte que yo no te fallaré jamás, Eva primigenio, que me encontrarás en esta esquina a la hora que te dé la gana divina, la gana hermosa de venir a mí y estar bien, parar tu carrito Simca, abrir la puerta, tenderme la mano, reclamarme, ayudarme a parar, yo me desgonzaré y dejaré que me sobes la cabecita, porque me lo merezco, porque he esperado mucho y he sufrido, me sobarás la cabecita y me besarás el cuello, y me dirás las mil razones de tu necesidad de mí, me instruirás, me indicarás en la dirección que ahora quieres ir, la edad de las víctimas, se me da un pepino que sean en realidad los mejores amigos, en realidad, los mejores amigos míos. Ven, ven por mí.


Fragmento de la "novela" Noche sin fortuna de Andrés Caicedo

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